¿Qué es la sextorsión? ¿Cómo puedo evitarla?

Jorge Felix  - Cybersecurity Expert
Última actualización: Julio 12, 2023
Tiempo de lectura: 29 minutos
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El artículo explica la información esencial sobre la sextorsión, así como las formas de prevenirla y de lidiar con ella cuando sucede.

THE TAKEAWAYS

La sextorsión se está convirtiendo en una amenaza de seguridad cada vez más frecuente en nuestro entorno en internet. Es perjudicial y a menudo afecta a menores, lo que la convierte en un grave problema para las víctimas. Afortunadamente, hay mucho que puedes hacer para evitar caer en este problema si estás lo suficientemente informado.

La sextorsión es una actividad delictiva. Puedes pensar en ella como un tipo de extorsión en la cual el elemento de chantaje tiene que ver con material o actividades sexuales. La sextorsión se está convirtiendo en una preocupación en varias jurisdicciones. Puede dañar a diversas personas, desde menores hasta adultos, hombres y mujeres. Tiene efectos psicológicos profundos en sus víctimas e incluso puede llegar a causar daño físico. Y un problema adicional es la vergüenza que a menudo causa a la víctima, ya que puede negarse a denunciarlo.

A medida que las redes sociales siguen creciendo en popularidad, al igual que las aplicaciones de mensajería y los sitios web y plataformas de citas en línea, el intercambio de material sexualmente explícito no es tan raro como solía ser. Y las omnipresentes cámaras web y cámaras de teléfono hacen que sea fácil para cualquier usuario crear videos (o que se produzcan a su costa, en secreto). Por lo tanto, a medida que el terreno fértil para la sextorsión sigue expandiéndose, cada usuario de internet debe tomar conciencia de ello. La conciencia es el primer paso preventivo en este y cualquier otro problema de seguridad digital.

Esta guía te explicará qué es la sextorsión y cómo sucede. También sugeriremos medidas para ayudar al lector a mantenerse a salvo de intentos de sextorsión.

Sextorsión: ¿Qué es? ¿A quiénes ataca?

La sextorsión es un tipo específico de extorsión en el cual el delincuente obliga a la víctima a proporcionarles material sexual, favores sexuales o dinero amenazando con distribuir material confidencial de la víctima, que también podría ser de naturaleza sexual.

El delincuente afirmará tener material comprometedor que involucra a la víctima (generalmente videos o imágenes sexuales). Luego, el atacante amenaza con hacerlo público ante familiares, amigos o el público en general a través de internet a menos que la víctima les proporcione aún más material sexual, realice servicios sexuales o pague un rescate. Estas amenazas son reales. Según las predicciones de expertos, aproximadamente la mitad de los delincuentes llevarán a cabo la amenaza.

Si bien aún se necesita investigar más sobre este tema, parece que las mujeres son las víctimas más frecuentes de sextorsión, especialmente cuando el objetivo del delincuente es que la víctima realice servicios sexuales. Por otro lado, los hombres parecen ser el objetivo preferido cuando el delincuente busca dinero. Este tema se ha convertido en un tema de discusión general en el Reino Unido, ya que varios casos de sextorsión han llevado a varios suicidios masculinos.

Historia de la sextorsión

La sextorsión es un fenómeno relativamente reciente que ha surgido con el avance de la tecnología y la popularización de internet. Aunque no existe una historia precisa y detallada de la sextorsión en sí misma, se pueden identificar varios eventos y factores que contribuyeron a su aparición y aumento en la sociedad.

El término “sextorsión” se utilizó por primera vez en California en 1950 para describir el acto de extorsionar a alguien utilizando material sexual comprometedor. Sin embargo, entonces no había conexión directa con el ámbito digital o internet, ya que las comunicaciones en línea aún no se habían desarrollado.

A principios de los 2000 la sextorsión comenzó a emerger como un problema más generalizado. Con el advenimiento de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea, como MySpace, Facebook y WhatsApp, se abrió una nueva forma de comunicación y expresión personal en línea. A medida que más personas comenzaron a utilizar estas plataformas, también se produjo un aumento en el intercambio de contenido sexualmente explícito, conocido como “sexting.”

El sexting implicaba el envío de mensajes, imágenes o videos de naturaleza sexual entre individuos, a menudo en el contexto de relaciones románticas o de flirteo. Estas imágenes y videos podían utilizarse después como chantaje y extorsión.

A medida que las redes sociales y las aplicaciones de mensajería se volvieron más populares, también surgieron problemas relacionados con la privacidad y la seguridad en línea. Los delincuentes comenzaron a aprovecharse de la confianza de las personas y a manipularlas para obtener material sexual comprometedor. Utilizando amenazas de difundir este material a familiares, amigos o incluso al público en general, los extorsionadores buscaban obtener más material, favores sexuales o dinero a cambio de no revelar la información comprometedora.

El gobierno y las agencias de seguridad de varios países comenzaron a tomar conciencia del problema de la sextorsión y a advertir al público sobre los riesgos asociados con el intercambio de contenido sexual en línea. Se llevaron a cabo campañas de concienciación y se implementaron leyes y regulaciones para proteger a las posibles víctimas y perseguir a los delincuentes.

A lo largo de los años, la sextorsión ha evolucionado y adoptado diferentes formas. Además del intercambio de contenido sexual explícito, también se han observado casos de sextorsión relacionados con préstamos predatorios, especialmente en países como China. Los delincuentes se aprovechan de la vulnerabilidad económica de los estudiantes y los extorsionan con amenazas de dañar su reputación o revelar información comprometedora si no cumplen con los pagos.

En resumen, la sextorsión es un fenómeno que ha surgido con el avance de la tecnología y la popularización de internet. Aunque su historia específica no está completamente definida, se ha vuelto más frecuente debido al intercambio de contenido sexual en línea y a la facilidad con la que los delincuentes pueden aprovecharse de las personas. Los esfuerzos se han centrado en concienciar sobre los riesgos asociados con la sextorsión y en implementar medidas para proteger a las posibles víctimas y perseguir a los delincuentes.

La sextorsión está al alza

La sextorsión es un delito en constante crecimiento a nivel mundial y su impacto es cada vez más preocupante. Además de los casos reportados, se estima que existe un gran número de incidentes no denunciados debido a la vergüenza y el estigma asociados. Esta falta de denuncias dificulta obtener una imagen precisa de la magnitud del problema.

En el Reino Unido, por ejemplo, se observó un aumento significativo en las denuncias de sextorsión, con un incremento del triple entre 2015 y 2017. Estas cifras demuestran que los delincuentes están encontrando en la sextorsión un método eficaz para obtener beneficios, ya sea en forma de dinero o de otros favores.

El atractivo de la sextorsión radica en las consecuencias embarazosas que implica para las víctimas. Las amenazas de los extorsionadores de difundir imágenes o videos íntimos a sus amigos, familiares, colegas de trabajo o incluso al público en general, generan un fuerte temor y una gran presión para cumplir con sus demandas. La humillación y el daño a la reputación pueden ser devastadores para las personas afectadas, lo que las lleva a acceder a las exigencias de los delincuentes para evitar la difusión de ese material comprometedor.

La facilidad con la que alguien puede convertirse en víctima de sextorsión es otro aspecto alarmante. Los delincuentes pueden aprovecharse de la confianza de las personas a través de las redes sociales, los sitios web de citas o incluso a través de aplicaciones de mensajería instantánea. Compartir imágenes o videos íntimos con alguien en quien se confía puede resultar en una traición cuando esa persona los utiliza para chantajear y extorsionar a la víctima.

Este problema no se limita a los individuos, también afecta a organizaciones e instituciones. Los delincuentes pueden dirigirse a empleados de empresas y gobiernos, y utilizar la información confidencial obtenida a través de la sextorsión para fines de lucro, chantaje o incluso amenazar la seguridad nacional.

Además, la sextorsión tiene un impacto social profundo y trágico. En muchos casos, las víctimas se sienten acorraladas y desesperadas, y lamentablemente, algunos llegan al extremo de quitarse la vida para escapar de la humillación y el sufrimiento asociados con esta forma de explotación.

Es fundamental tomar conciencia de la sextorsión y promover la educación en torno a este tema. La prevención, la protección de la privacidad en línea y la promoción de denuncias son aspectos clave para combatir este delito. Además, es necesario que las autoridades y las organizaciones implementen medidas y recursos efectivos para apoyar y proteger a las víctimas, así como para perseguir y castigar a los delincuentes responsables de la sextorsión.

Métodos de sextorsión

La sextorsión puede comenzar de varias formas. Echemos un vistazo a los escenarios generales más frecuentes.

1. Catfishing

El catfishing es un fenómeno en línea en el que una persona crea una identidad falsa para engañar a otros usuarios y establecer relaciones engañosas. Este tipo de engaño ha ganado relevancia en los últimos años debido a la facilidad de acceso a las plataformas digitales y la capacidad de ocultar la verdadera identidad en línea.

El término “catfishing” se popularizó gracias al documental y posterior serie de televisión llamada “Catfish”, que seguía la historia de personas que descubrían que sus relaciones en línea eran falsas y que habían sido engañadas por individuos que habían creado perfiles y personalidades ficticias.

Los catfishers crean perfiles atractivos y convincentes en redes sociales, aplicaciones de citas y otros sitios en línea, utilizando fotos y detalles personales falsos. El objetivo principal de los catfishers es ganarse la confianza de sus víctimas, establecer relaciones emocionales y, en algunos casos, obtener beneficios emocionales, financieros o incluso llevar a cabo actividades fraudulentas.

Existen diferentes motivaciones detrás del catfishing. Algunas personas lo hacen por diversión, buscando experimentar una vida virtual diferente o jugar con las emociones de los demás. Otros pueden estar motivados por la venganza o el deseo de controlar y manipular a sus víctimas. También existen casos en los que los catfishers buscan obtener beneficios económicos, solicitando dinero o regalos a sus víctimas bajo falsos pretextos.

Las consecuencias del catfishing pueden ser devastadoras para las personas afectadas. Las víctimas pueden experimentar daño emocional, pérdida de confianza y confusión al descubrir que han invertido tiempo y sentimientos en una relación falsa. Además, los catfishers pueden utilizar la información personal compartida por las víctimas para actividades ilegales, como el robo de identidad o el fraude financiero.

Para protegerse del catfishing, es importante tener precaución al interactuar en línea. Algunos signos de catfishing incluyen perfiles demasiado perfectos, inconsistencias en la información proporcionada y evasivas para encontrarse en persona o realizar videollamadas. Es recomendable investigar la identidad de las personas en línea, realizar búsquedas inversas de imágenes para verificar la autenticidad de las fotos y evitar compartir información personal o financiera con desconocidos.

Las plataformas en línea también tienen un papel importante en la prevención del catfishing. Es necesario que implementen medidas de seguridad y verificación de perfiles para evitar la creación de identidades falsas. Asimismo, se fomenta la educación y concienciación sobre el catfishing para que los usuarios estén informados sobre los riesgos y puedan tomar decisiones más seguras en línea.

En resumen, el catfishing es un fenómeno en línea en el que las personas crean identidades falsas para engañar a otras. Las consecuencias pueden ser emocionalmente dañinas y pueden involucrar aspectos financieros y de privacidad. Es esencial estar alerta, verificar la autenticidad de las identidades en línea y tomar precauciones para protegerse del catfishing y mantener una experiencia en línea segura.


2. Email phishing

Los correos electrónicos de phishing no siempre están dirigidos a empresas corporativas. En cambio, los actores de amenazas pueden utilizar esta técnica también para la sextorsión.

Supongamos que recibes un nuevo correo electrónico en tu bandeja de entrada. El mensaje afirma que el remitente conoce una de tus contraseñas e incluye la contraseña en el texto para que sepas que es cierto. El correo electrónico continúa explicando que el remitente tiene material comprometedor, imágenes sexuales explícitas y videos que te muestran. Y que publicarán ese material a menos que accedas a pagarles o realizar actos sexuales para ellos.

Esta estrategia se basa en la recolección de contraseñas. El atacante ha adquirido una lista de contraseñas filtradas muy antiguas (que están disponibles en la web oscura y otros mercados digitales clandestinos). Todas son auténticas, pero es muy probable que estén desactualizadas. Por supuesto, el hecho de tener una contraseña real que puedas reconocer en el mensaje (incluso en el pasado) aumenta la credibilidad del remitente. Sin embargo, dado que se basa en la recolección de contraseñas, es probable que este ataque sea solo un farol.


3. Redes sociales

Muchos casos de sextorsión comienzan con un aparentemente inocente encuentro en plataformas de redes sociales, sitios web de citas o sitios como Omegle, donde los usuarios pueden hablar con desconocidos. En estos entornos, los delincuentes buscan establecer una relación de confianza con la víctima, ganando su afecto y manipulándolos gradualmente.

A medida que la interacción avanza, el perpetrador aprovecha la vulnerabilidad de la víctima y la persuade para que proporcione material explícito, se desnude frente a la cámara o incluso se grabe realizando actos sexuales. Esta persuasión puede basarse en promesas de afecto, atención, dinero o incluso amenazas de revelar secretos o difundir el material a amigos y familiares.

Una vez que el material comprometedor está en posesión del delincuente, este tiene el control sobre la víctima. Utilizando la chantajea y la manipulación emocional, el perpetrador puede extorsionar a la víctima exigiendo más material explícito, favores sexuales o incluso dinero.

Es importante destacar que la sextorsión no solo afecta a adultos, sino que también es un grave problema entre los adolescentes y los jóvenes. Los delincuentes se aprovechan de la ingenuidad y la falta de experiencia de las personas más jóvenes, quienes pueden verse más influenciables o menos conscientes de los riesgos asociados.

Para protegerse de la sextorsión, es fundamental mantener un alto nivel de cautela y conciencia en las interacciones en línea. Se recomienda evitar compartir contenido íntimo con desconocidos y ser consciente de las señales de manipulación o coerción. Además, es esencial educar a las personas, especialmente a los jóvenes, sobre los peligros de la sextorsión y promover una cultura de respeto y consentimiento en línea.


4. Cuentas violadas

Un usuario que haya enviado videos o imágenes explícitas usando una aplicación de chat o una plataforma de redes sociales ha asumido un riesgo irrespetuoso hacia su privacidad. Es importante tener en cuenta que, incluso si la plataforma promete seguridad y confidencialidad, siempre existe la posibilidad de que se produzcan brechas de seguridad o que la cuenta sea comprometida por hackers malintencionados.

En esos casos, el material explícito enviado podría ser descubierto por criminales y utilizado en su contra. Es fundamental tener precaución al compartir contenido sensible en línea y considerar las posibles consecuencias a largo plazo.


5. Cámaras web violadas

El malware es otro recurso utilizado de manera alarmante en los casos de sextorsión. Los delincuentes aprovechan las vulnerabilidades de los sistemas informáticos y utilizan programas maliciosos para infectar los dispositivos de las víctimas. Cuando el malware se instala en el equipo, los hackers pueden controlar la cámara y el micrófono sin que el propietario del dispositivo se dé cuenta.

Esta invasión de la privacidad permite a los delincuentes espiar a las víctimas en su entorno íntimo, capturando imágenes y grabaciones de audio comprometedoras. Además, el malware puede incluir un keylogger, una herramienta que registra las pulsaciones del teclado, lo que permite a los atacantes obtener las credenciales de acceso a todas las cuentas en línea de la víctima.

Es importante tener en cuenta que el malware utilizado en la sextorsión puede ser altamente sofisticado y difícil de detectar. Los hackers emplean diversas técnicas para distribuir el malware, como correos electrónicos de phishing, descargas de archivos adjuntos infectados o incluso aprovechando vulnerabilidades en el software del dispositivo.

Para protegerse del malware y reducir el riesgo de caer en la sextorsión, se recomienda tomar precauciones como mantener el software y los antivirus actualizados, evitar hacer clic en enlaces o descargar archivos sospechosos, y utilizar contraseñas fuertes y únicas para cada cuenta.

Asimismo, es esencial educar a las personas sobre los riesgos del malware y promover la conciencia de seguridad en línea. Se deben fomentar prácticas seguras, como la verificación de la autenticidad de los remitentes de correos electrónicos y la descarga de software solo de fuentes confiables.

La combinación del malware con la sextorsión crea una amenaza significativa para la privacidad y la seguridad en línea. Es importante estar informado, ser cauteloso y tomar medidas preventivas para protegerse contra este tipo de ataques y preservar la integridad personal y digital.


6. Sextortion by known people

A veces, puede resultar impactante descubrir que la persona que intenta llevar a cabo la sextorsión en tu contra es alguien que conoces, como una ex pareja o alguien cercano en tu círculo social. Este escenario puede generar una sensación de traición y vulnerabilidad aún mayor, ya que implica una violación de la confianza y la intimidad que se suponía existía en esa relación.

Hay que considerar que el chantajista no necesita ser hábil o técnico para realizar este tipo de extorsión. Si poseen material comprometedor, como imágenes o videos íntimos, su capacidad para utilizarlo como herramienta de manipulación y chantaje es real, independientemente de sus habilidades informáticas. El acceso a dicho material, que puede haber sido compartido consensuadamente en el pasado, se convierte en una fuente potencial de poder y control para el chantajista.

En algunos casos, el chantajista puede utilizar la sextorsión como una forma de mantener el control sobre la víctima y coaccionarla para que permanezca en una relación no deseada o para obtener favores sexuales adicionales. Esto crea una situación de explotación emocional y psicológica, en la que la víctima se siente atrapada y manipulada.

La prevención de este tipo de sextorsión comienza con el reconocimiento de que es fundamental mantener el control y la privacidad de tu propia intimidad. Es importante reflexionar sobre las implicaciones y los riesgos de compartir imágenes o videos íntimos, incluso con personas en las que confías. Recuerda que cuando se comparte ese material, se escapa de tu control y puede usarse en tu contra en el futuro.

Además, es esencial establecer límites claros y respetar tus propios deseos y necesidades en las relaciones. No debes sentirte presionado o coaccionado para realizar actos o proporcionar más material comprometedor para evitar la amenaza de la sextorsión. Siempre tienes el derecho de establecer tus propios límites y mantener tu privacidad y dignidad.

En caso de ser víctima de sextorsión, es importante buscar apoyo y denunciar el delito a las autoridades correspondientes. Hay recursos y organizaciones que pueden brindar asesoramiento y apoyo emocional durante este proceso.

En resumen, la sextorsión puede provenir de personas conocidas y no necesariamente requiere habilidades técnicas sofisticadas. Es fundamental tomar conciencia de la importancia de proteger tu privacidad, establecer límites claros y buscar apoyo en caso de ser víctima de este delito.


Casos de la vida real

1. Lucas Michael Chansler

Lucas Michael Chansler fue un notorio delincuente conocido por llevar a cabo numerosos casos de sextorsión en Estados Unidos. Su historia ilustra la gravedad y el impacto devastador que la sextorsión puede tener en las víctimas.

Chansler operó entre 2007 y 2010, y su modus operandi consistía en utilizar aplicaciones de chat en línea para contactar a adolescentes y jóvenes. A través de engaños y manipulación emocional, lograba que las víctimas le enviaran imágenes y videos íntimos.

Una vez que obtenía el material comprometedor, Chansler utilizaba diversas tácticas de chantaje para extorsionar a sus víctimas. Les exigía más imágenes explícitas, dinero o incluso amenazaba con divulgar el material a familiares y amigos si no cumplían con sus demandas. Se estima que chantajeó a más de 350 víctimas en 26 estados de Estados Unidos.

La trayectoria criminal de Chansler llegó a su fin cuando fue arrestado por el FBI en 2010. En 2012, fue condenado a 105 años de prisión después de declararse culpable de cargos relacionados con la sextorsión y la producción y distribución de pornografía infantil.

El caso de Lucas Michael Chansler es un ejemplo escalofriante de cómo un individuo puede aprovecharse de la vulnerabilidad de las personas en línea y utilizar la sextorsión como una herramienta para obtener poder y control sobre sus víctimas. También destaca la importancia de la cooperación entre las fuerzas del orden y las agencias de seguridad para investigar y perseguir a los delincuentes que cometen este tipo de delitos.

Es fundamental aprender de casos como el de Chansler para comprender los riesgos asociados con la sextorsión, proteger nuestra privacidad en línea y promover una mayor conciencia sobre este delito para prevenirlo y brindar apoyo a las víctimas.


2. Luis Mijangos

El caso Mijangos ocurrió en el año 2010. Saltó a la fama cuando la revista GQ publicó los detalles. El individuo en cuestión extorsionó a cientos de mujeres, menores de edad incluidas. Escribió su propio código de computadora malicioso infectando las computadoras de las víctimas para. usurpar el control del dispositivo.

Obtuvo grabaciones de vídeo de sus víctimas involucradas en actividades sexuales, bañándose, desvistiéndose y haciendo otras cosas íntimas o comprometedoras. Después las amenazabas con publicar dichos videos, a menos de que le proporcionaran más. Él mismo se declaró culpable durante el juicio y recibió una sentencia de 6 años.


3. El suicidio de Ronan Hughes

Ronan Hughes, un joven irlandés, se vio involucrado en un trágico caso de sextorsión que tuvo repercusiones devastadoras. Todo comenzó cuando Ronan entabló una relación en línea con alguien que creía ser una chica llamada “Emily Magee.” Tras esa identidad había un grupo criminal rumano especializado en la sextorsión.

Bajo la falsa apariencia de Emily Magee, los delincuentes manipularon a Ronan y lo llevaron a compartir material íntimo, como fotografías comprometedoras. Una vez que los criminales obtuvieron este material, comenzaron a chantajear a Ronan exigiéndole más imágenes y una suma de 3,000 euros para evitar la difusión de su contenido privado.

La presión y la angustia resultantes de esta situación llevaron a Ronan a una situación de desesperación extrema. Incapaz de soportar la humillación y la amenaza constante de la publicación de su material íntimo, el joven decidió poner fin a su vida, dejando un profundo impacto en su familia, amigos y comunidad.

Este trágico caso ilustra los peligros de la sextorsión y cómo puede afectar gravemente la vida de las víctimas. Revela cómo los delincuentes explotan la vulnerabilidad y la confianza de las personas en línea para obtener material comprometedor y ejercer control sobre ellas mediante el chantaje emocional.

Es importante destacar que la sextorsión no solo tiene consecuencias psicológicas y emocionales para las víctimas, sino que también puede tener consecuencias trágicas como en el caso de Ronan. Este tipo de delito en línea puede generar un impacto duradero en la salud mental y el bienestar de las personas afectadas, destacando la necesidad de tomar medidas para prevenirlo y abordarlo adecuadamente.

La historia de Ronan Hughes es un recordatorio doloroso de la importancia de la conciencia sobre la sextorsión y la necesidad de educar a los jóvenes y adultos sobre los riesgos en línea, la importancia de mantener la privacidad y cómo buscar ayuda en caso de ser víctima de este tipo de extorsión.


4. La pandilla filipina

Una pandilla en Filipinas logró que un joven ciudadano británico llamado Simon les enviara un video masturbándose. Luego, la banda exigió 600 GBP. Simon pagó parte del dinero debido a que la pandilla tenía los detalles de contacto de sus amigos, familiares y compañeros de trabajo.


5. Fraude de viejas contraseña

Ya mencionamos esto brevemente anteriormente. Es un reciente esquema de sextorsión que está muy activo en línea mientras lees este artículo.

Las violaciones de datos han existido durante años. La mayoría de las víctimas nunca supieron que algunos de sus datos han estado circulando en el mercado negro desde hace tiempo. Por lo tanto, los datos filtrados incluyen contraseñas muy antiguas. Es probable que el usuario que tenía esa contraseña hace años ya la haya cambiado.

Sin embargo, cuando llega un correo electrónico a tu bandeja de entrada amenazándote y mostrándote una contraseña que puedes reconocer como una tuya (aunque haya sido hace mucho tiempo), es probable que el remitente capte tu atención. Así que el correo electrónico te llega, tiene una contraseña antigua que sabes que fue válida en algún momento, y el remitente te dice que tiene videos o fotos sensibles tuyas. Por supuesto, se supone que debes enviar dinero para evitar su divulgación.

Si bien este engaño a menudo es solo un farol, la credibilidad que agrega la contraseña es suficiente para persuadir a muchas víctimas de que necesitan pagar.


6. Sextorsión de delebridades

Las celebridades involucradas en casos de sextorsión incluyen a Cameron Diaz, John Stamos, Gene Simmons y Dan Lobb, un presentador de televisión británico. El señor Lobb fue filmado mientras se masturbaba y luego fue víctima de chantaje sexual a través del video resultante. Posteriormente, hizo una película titulada “Celebrity Sextortion”, documentando su caso.


7. Anton Martynenko

Martynenko se hizo pasar por una mujer para persuadir a más de 150 jóvenes atletas en el medio oeste de los Estados Unidos para que le enviaran imágenes comprometedoras. Luego, solicitó aún más fotografías e incluso servicios sexuales. La publicación de las fotografías sería un castigo por no cumplir con sus demandas. Como resultado del comportamiento de Martynenko, recibió una condena de 38 años de prisión después de que dos de sus víctimas se suicidaran.


8. Christopher Patrick Gunn

El residente de Alabama, de 31 años, creó perfiles falsos en Facebook y atrajo a chicas menores para compartir sus vídeos y fotos explícitos. Fue condenado a 35 años de prisión.


9. Jonathan Vance

Fue condenado a 18 años de prisión por enviar amenazas por correo electrónico en Myspace y Facebook. Extorsionó imágenes explícitas de más de 50 mujeres en 3 estados de Estados Unidos.


10. Anthony Stancl

Antony se identificaba como una chica en Facebook y apuntaba a sus compañeros de clase. Antony seducía a sus compañeros de clase para que le enviaran fotos desnudas, después de lo cual los chantajeaba para tener relaciones sexuales homosexuales. Fue condenado a 18 años de prisión.


Detectando intentos de sextorsión

Los chantajistas sexuales son extorsionadores profesionales y pueden atraparte fácilmente. A veces es difícil saber si estás cayendo en la extorsión, pero los siguientes consejos pueden ayudarte a identificar a los chantajistas sexuales:

  • Amenazas de hacerse daño a sí mismos o de suicidarse si no cooperas con sus demandas. 
  • Solicitar tus credenciales de inicio de sesión para acceder a tu cuenta y descargar detalles personales. 
  • Prometer favores a cambio de una foto o video. 
  • Solicitar imágenes simples de ti mismo/a. 
  • Preguntar sobre tu familia, amigos y tu información sensible. 
  • Falsificar su identidad o género. 
  • Tener muchas cuentas o perfiles. 
  • Grabar mensajes o videollamadas. 
  • Extraños que envían cumplidos amigables pero sospechosos, GIFs o palabras.

Recuerda que la prevención y la conciencia son clave para protegerte de la sextorsión. Mantén tu información personal segura, sé cauteloso/a al interactuar en línea y no compartas contenido íntimo con desconocidos. Si sospechas que estás siendo víctima de sextorsión, busca ayuda y denuncia el caso a las autoridades correspondientes.

¿Es frecuente la sextorsión?

Los casos de sextorsión más comunes tienen como objetivo a los adolescentes. Según un estudio reciente, el 5% de los estudiantes de secundaria y bachillerato han sido víctimas de sextorsión. Además, el 3% de ellos admitió haber perpetrado sextorsión en algún momento. El estudio llegó a las siguientes conclusiones:

  • Los estudiantes que ejercieron sextorsión hacia sus compañeros probablemente también habían sido víctimas de sextorsión en el pasado. 
  • Los adolescentes no heterosexuales son altamente objetivos de la sextorsión. 
  • Un gran número tanto de perpetradores como de víctimas de sextorsión son hombres.

La sextorsión puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, género o raza, por lo que debes tener precaución al almacenar o compartir videos e imágenes sensibles. Es importante tener en cuenta que compartir contenido multimedia de menores de edad se considera pornografía infantil.


Consecuencias

La sextorsión puede tener consecuencias perjudiciales para la víctima, tanto a nivel mental como físico. Una investigación de la National Children’s Alliance descubrió que de cada cuatro víctimas de sextorsión, dos buscaron atención médica o de salud mental. Además, la investigación indicó que una de cada ocho víctimas de sextorsión no se sentía cómoda viviendo en el mismo entorno y deseaba mudarse a otro lugar.

Algunas víctimas tienen pensamientos suicidas, mientras que otras llegan a quitarse la vida. Un buen ejemplo es un adolescente de Irlanda del Norte que se suicidó después de que el extorsionador difundiera sus imágenes desnudo. Por otro lado, muchos chantajistas sexuales han enfrentado severos castigos, mientras que otros están tras las rejas por un largo período. Un buen ejemplo es el notorio chantajista sexual Lucas Chansler, quien fue condenado a 105 años de prisión.

Evitando y lidiando la sextorsión

Mantenerse alejado de situaciones que podrían conducir a la sextorsión parece algo sencillo de hacer. Después de todo, este tipo de estafa requiere la cooperación de la víctima (al menos al principio). Sin embargo, la alta incidencia y el creciente número de casos sugieren que las cosas no son tan simples. Veamos algunas de las medidas preventivas que puedes adoptar para evitar la sextorsión.

1. Conserva los pies en la tierra

A todos nos gustaría creer que el amor verdadero está ahí y nos alcanzará tarde o temprano. Sin embargo, no te dejes llevar por las redes sociales o los sitios de citas. Si tu interés amoroso parece demasiado bueno para ser verdad, podrías haber encontrado a un estafador. No, no abogamos por el cinismo, pero necesitas mantener tu mente despierta y ser racional.


2. Verifica para poder confiar

Si tienes dudas, no temas investigar para entender con quién estás hablando. Los perfiles falsos son una herramienta común que los estafadores utilizan para encontrar nuevas víctimas (se conoce como “catfishing”). Scamdigger y RomanceScams son sitios web dedicados a exponer a estos estafadores en línea. No dudes en utilizar todas las herramientas disponibles para asegurarte de que tu nuevo “amigo” sea legítimo. Pero mantén la vigilancia, pasar algunas verificaciones no garantiza nada a largo plazo.


3. Nunca compartas material íntimo

Es una estrategia tan obvia que ni siquiera deberíamos mencionarla. Pero aquí empieza todo. Nunca debes enviar imágenes o videos íntimos a nadie en las redes sociales o sitios de citas, porque siempre es un riesgo de seguridad, ni hablar de hacerlo con una persona nueva a la que apenas conoces. Los criminales detrás de estos esquemas son despiadados, tienen habilidades para manipularte y no tienen miedo de usarlas.


4. Usa contraseñas buenas

A veces, la sextorsión sigue a un exitoso pirateo de una cuenta. A medida que el hacker encuentra material comprometedor en el contenido de la cuenta, puede descargarlo para usarlo más adelante, con información de contacto que también les ayudará en el esquema de sextorsión. Por lo tanto, utiliza contraseñas seguras y adopta prácticas seguras de gestión de contraseñas.

Cada cuenta necesita una contraseña única. Desafortunadamente, estás facilitando el trabajo del hacker cada vez que repites una contraseña en más de una cuenta. Siéntete libre de usar un buen administrador de contraseñas.


5. Cuidado con los archivos adjuntos en el correo electrónico

La mayoría de los servicios de correo electrónico y sistemas de mensajería combaten eficazmente el spam. Sin embargo, nada es perfecto, por lo que algunos correos electrónicos llegarán tarde o temprano. No abras archivos adjuntos de correos electrónicos de personas que no conoces.

Incluso cuando parezcan limpios, verifica el encabezado del correo electrónico para asegurarte de que la identidad del remitente no esté falsificada. Los archivos adjuntos de correo electrónico son un sistema de entrega frecuente de malware, así que nunca los abras a menos que confíes en la fuente. Lo mismo se aplica a los enlaces.


6. Apaga o cubre tus cámaras

Algunos programas maliciosos pueden darle a un hacker control completo sobre la cámara web y el micrófono de tu computadora. Por lo tanto, ten cuidado con ellos y siempre apaga o cubre la cámara cuando no la estés usando. Una simple nota adhesiva servirá.


7. Vigila a tus hijos en línea

Los esquemas de sextorsión a menudo victimizan a menores de edad, como se puede ver en nuestra lista de casos reales. Los niños son más vulnerables a estos estafadores, y el daño que podrían sufrir también es potencialmente peor. Haz un esfuerzo por protegerlos mediante la supervisión de sus actividades y mantén una comunicación abierta con ellos.


8. Usa cifrado

Cifrar tus dispositivos de almacenamiento de datos siempre es una buena idea. Y si contienen información sensible de cualquier tipo, entonces debes hacerlo sin dudarlo. Si hablamos de una computadora completa en lugar de una memoria USB, cifra las carpetas donde se encuentra esa información.


9. Usa una VPN

Las redes privadas virtuales (VPN) cifran todo tu tráfico de internet, tanto entrante como saliente. Esto evita que cualquier tercero pueda leer tu flujo de datos, incluso si logran interceptarlo. Para los hackers, el cifrado hace que sea imposible realizar un ataque de intermediario contra ti.


10. Usa una buena suite antivirus

La víctima no siempre proporciona los medios comprometedores en el centro de un esquema de sextorsión. A veces, los videos o las imágenes son robados de la computadora de la víctima porque un hacker la ha infectado con malware. Por lo tanto, tener un buen antivirus en tu sistema puede ayudarte a evitar ser víctima de la sextorsión. Utiliza uno y realiza escaneos completos del sistema regularmente.


Reportando la sextorsión

La sextorsión es embarazosa para las víctimas. Pero, desafortunadamente, eso significa que muchas nunca denunciarán su caso y que no se está hablando lo suficiente sobre este tema en general.

Sin embargo, si te están presionando para enviar material sexual a alguien o ya eres víctima de sextorsión, debes denunciarlo. Las autoridades pueden ayudar en tu situación. Además, atrapar a un chantajista sexual evitará que sigan victimizando a más personas en el futuro.

Así que toma tu teléfono y llama al departamento de policía local. Si eres menor de edad, cuéntale todo a un adulto de confianza o a tus padres.

Existe una línea directa de la CyberTipline del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados en la que los menores de edad de Estados Unidos pueden denunciar la sextorsión.

Otra opción es contactar a “Thorn,” una organización benéfica, enviando un mensaje de texto con la palabra “THORN” al 741741.

Reportando una cuenta de Facebook

Facebook se opone firmemente a la sextorsión y ofrece la opción de denunciar los perfiles que la practican. Sigue estos pasos:

  • Haz clic en los tres puntos que se encuentran junto a una publicación. 
  • Selecciona la opción que tiene la palabra “denunciar.”
  • Responde a las preguntas de Facebook sobre el evento que estás denunciando.

¿Qué puedes hacer si eres víctima de la sextorsión?

Convertirse en víctima de sextorsión es una pesadilla. Pero puedes evitar que la situación empeore si actúas correctamente. Aquí tienes algunas sugerencias:

  • Habla con alguien. Sí, puede que no sea agradable. Puedes sentir vergüenza por el problema, pero considera que mantenerse aislado de este tema solo fortalece al estafador. Lo primero que debes hacer es mantener la calma. Luego, habla con alguien en quien confíes. Si no se te ocurre nadie, considera utilizar la Línea de Texto de Crisis. 
  • Mantén tu posición. No cedas a los deseos del estafador. No puedes saber si todo se detendrá si solo pagas una vez, les envías otra foto o realizas el favor sexual que desean. Cada vez que el criminal obtiene lo que quiere, le estás dando más poder y es cada vez más improbable que te dejen en paz. Detén todo contacto con el chantajista sexual. 
  • Documenta tu caso. Recopila la mayor cantidad de datos posible para utilizar como evidencia. Por ejemplo, toma capturas de pantalla de las conversaciones y guarda un registro de los perfiles falsos y toda tu información de contacto.
  • Presenta una denuncia. La sextorsión es un delito grave en muchas jurisdicciones. Así que da un paso adelante y presenta una denuncia.

Consejos para padres de familia

Las vías más comunes de sextorsión hoy en día son los chats en línea y las citas en línea. Sin embargo, los padres pueden utilizar estos consejos para mantener seguros a sus hijos y ayudarles a recuperarse después de sufrir sextorsión.

  • Hablar sobre las posibles consecuencias: Los padres deben hacer que sus hijos sean conscientes de las posibles consecuencias de compartir su información sensible, imágenes y videos. Además, ayúdalos a comprender las repercusiones de involucrarse en sextorsión, sus efectos en las víctimas y el posible castigo. 
  • Discutir las amenazas de sextorsión: Ayuda a tus hijos a comprender las diferentes formas en que los sextorsionadores pueden engañarlos, incluyendo correos electrónicos de sextorsión, Facebook y el engaño conocido como “catfishing”. 
  • Trata de averiguar qué hacen en línea: Mantén conversaciones con tus hijos que les permitan abrirse sobre sus encuentros en línea, sin juzgarlos. Ve despacio, pues puede que al principio no estén dispuestos a compartir contigo. 
  • Hazles saber que pueden contar contigo y que siempre pueden acudir a ti cuando tengan dudas o preguntas sobre sextorsión, citas en línea o su sexualidad. Ayúdalos a entender que puedes escucharlos sin castigarlos.

Conclusión

La sextorsión es un problema grave con consecuencias igualmente graves para todos los involucrados. Como delito cibernético, la sextorsión es extremadamente grave, por lo que animamos a las víctimas a denunciar este crimen y presentar cargos.

Sin embargo, la mejor idea es nunca llegar a ser víctima de sextorsión. En su lugar, se proactivo y prevén esa posibilidad siendo cuidadoso con la ciberseguridad y tu comportamiento en línea.

Preguntas frecuentes

La sextorsión es un delito grave en el que el agresor amenaza con hacer pública información privada y explícita sobre ti en línea (o compartirla con tus amigos y familiares) si no cumples con sus demandas. Por lo general, estas demandas implican favores sexuales, imágenes o dinero.

La sextorsión es una estafa de chantaje digital en la que el delincuente intenta que la víctima le proporcione material sexualmente explícito, dinero o favores sexuales. El supuesto riesgo para la víctima es que, si se niega, se divulgará algún material sensible sobre ella (generalmente imágenes explícitas) a su familia, amigos o en internet.

1. En primer lugar, mantén la calma. 

2. No cumplas con las demandas del delincuente. No puedes saber si dejarán de chantajearte si lo haces, y, de hecho, cuanto más cumplas, más probable es que continúen. 

3. Habla con alguien en quien confíes. 

4. Recopila toda la información posible para utilizarla como evidencia más adelante. 

5. Presenta una denuncia.

Sí, puedes. Aquí tienes algunas sugerencias: 

1. Utiliza una VPN. 

2. Utiliza un buen antivirus. 

3. Sé prudente con la información que compartes sobre ti mismo en línea. 

4. Cubre tu webcam cuando no la estés utilizando. 

5. No abras archivos adjuntos de desconocidos.

Sí, puedes. Aquí tienes algunos consejos: 

No aceptes solicitudes de amistad de desconocidos al azar. 

Aprovecha las funciones de privacidad de Facebook. 

Utiliza Facebook Messenger de manera inteligente.

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Sobre el Autor

Jorge Felix

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Jorge Félix (Mexico City, 1975). Theoretical physicist specialized in Cosmology and Superstring Theory. He's been a writer on scientific and technological issues for more than 23 years. Has ample experience and expertise in computer technology and a keen interest in digital security issues.

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